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Historia del cine documental

Los primeros documentales se comenzaron a rodar en las primeras producciones fílmicas, que consistían en películas de momentos cotidianos de la sociedad. Por ello, se puede decir que el cine y la realidad comenzaron su relación muy pronto. Se quería captar con el cinematógrafo el testimonio de la realidad social a travs de estos reportajes.

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Fructuos Gelabert fue en España el máximo precursor de este género. Destacan trabajos como Riña en un café (1897), Salida de los trabajadores de la España industrial y Salida del público de la iglesia parroquial de Santa María de Sants.

DZIGA VERTOV                                                                            1896-1954

Dziga Vertov es el primer autor que concibe este género como una herramienta para dar testimonio de la realidad. 

En 1918 realiza sus primeros trabajos basándose en crónicas y documentales en forma de largometrajes, por ejemplo en Aniversario de la Revolución (1919), La batalla de Tsaritsyn (1920) e Historia de la guerra civil (1922).

Vertov caracteriza este género como una opción política y considera el género del cine narrativo de ficción como un tipo de cine relacionado con la burguesía que debía desaparecer.

DZIGA VERTOV

1884-1951

ROBERT JOSEPH FLAHERTY    

Josehp Flaherty  fue el creador y el primer experimentador de un tipo de documental totalmente opuesto al de Dziga Vertov.

 

El norteamericano aplica un principio socioetnográfico de la observación del participante. Esto se basa en una comunicación entre el observado, en este caso el que protagoniza la narración, y el observador, en este caso el director del filme.

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Sus trabajos se centran en la relación del ser humano con la naturaleza creando un ambiente dramático e intenso. Destaca su trabajo de El drama de los pescadores de la isla de Arán: El hombre de Arán, 1932-34.

1898-1972

JOHN GRIERSON

John Grierson introdujo el término documental por primera vez en el vocabulario fílmico en 1926, en un artículo publicado por el New York Sun. En él explica que se ha creado una nueva forma de realizar cine y que está basada en una reivindicación del realismo. Se intentan captar las cosas como son, con una actitud moral y teniendo en cuenta el medio en que ocurren.

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Grierson piensa en apodar este nuevo género de filme con un nombre que provenga del latín, document, que viene a referenciar a un escrito utilizado como prueba o información. Su único trabajo Pescadores a la deriva (Drifters, 1929) se centra en la vida de los pescadores escoceses.

El documental alemán

El documental germano antes de la llegada del nazismo está protagonizado por unas películas con una excelente técnica y fotografía que trataban de ensalzar la raza, la belleza y la vida de una forma biológica. Estos filmes eran conocidos como Kulturfilme, un ejemplo de este tipo es Los hombres del domingo (Menschen am Sonntag, 1929).

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Con Hitler en el poder, las temáticas de este tipo de género fueron utilizadas por el Ministerio de Propaganda dirigido por Goebbels. En este caso, se centraron en mitos de la raza, la belleza, la elegancia… Un ejemplo lo tenemos en El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, 1935) dirigido por Leni Riefensthal. En este documento se inmortaliza el congreso de Núremberg que es celebrado por el nazismo.

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La autora en este documental no solo capta las formas de la concentración nazi (discursos de Hitler, los desfiles, la bandera, las simbologías…) sino que logra transmitir la esencia ideológica del congreso. Por ello, se cree que es un documental de gran valor.

En la época del presidente estadounidense Roosevelt, se desarrollaron unos tipos de documentales orientados a los problemas sociales. Paul Strand fue uno de los directores que desarrolló este tipo de filmes.

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Alguna de estas películas se basó en las problemáticas del medio rural, relacionadas con el New Deal y los dramas sociales que conllevaba.

Frontier Films fue la primera precursora hacía los años treinta para congregar en una cooperativa las primeras iniciativas del género.

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El género documental se dirige directamente en este caso a los espectadores. Es importante en esta modalidad la forma de hacer llegar el conocimiento de unos hechos y los diferentes puntos de vista del mismo. Se llevaron a cabo documentales sobre la realidad norteamericana como la guerra y lo que ello conlleva, la irrupción de la tecnología, el consumismo… un ejemplo de este tipo de filme es: La batalla de Gran Bretaña (The battle of Britain, 1944).

 

La irrupción y consolidación del televisor en los años 50 del siglo XX. hace que el nuevo medio se convierta en  el nuevo destino de la producción documental.

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Esto no pasa inadvertido para los poderes políticos, que ven en el documental una nueva herramienta de control en la gestión y difusión de los documentales.

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Los regímenes dictatoriales, en este caso, comenzaron a utilizar los documentales como herramienta de propaganda y de adoctrinamiento. El documental pasó a ser una pieza imprescindible dentro de la programación televisiva casi desapareciendo de las pantallas de cine.

 

Escuela Norteamericana

A partir de los años sesenta, se iniciaron dos modalidades de representación de la realidad en el documental, la de observación  (direct cinema) y la participativa ( cinéma-verité). La primera se distingue por pretender la no intervención del realizador; se registran los hechos que se observan sin utilizar la voz en off y tampoco se utiliza música que no tenga nada que ver con la escena, ni títulos ni ningún tipo de reconstrucción. La segunda modalidad  pregunta e interactúa con los sujetos que quiere documentar y también utiliza metraje de archivo para contextualizar los hechos que documenta. Utiliza la voz del director, la presencia de la cámara… el director interactúa e interviene en los hechos que quiere registrar.

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El periodo comprendido entre finales de los cincuenta y principios de los sesenta fue testigo de este debate sobre qué podía entenderse por reflejar la realidad. Películas como Moi, un noir (1958) de esta época. Trata de un documental sobre los obreros desarraigados, sin ocupación fija en Abiyán; los protagonistas nos abren las puertas de sus vidas cotidianas y nos cuentan sus fantasías de Rouch. Es un comentario directo de las imágenes, como una especie de locutor de radio.

``DIRECT CINEMA´´ Y ``CINÉMA-VÉRITÉ´´

Década de los 60 y el documental político

Tras las protestas de Mayo de 1986 en Paris la revolución política que se vivió hizo que muchos cineastas quisieran expresar su voluntad de unirse a la lucha social y política del momento. Surgió en este momento la intención de oponerse a la información oficial al servicio del poder y crear una confrontación que diese otra versión de los hechos.

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La forma con la que se quiso atacar esta contrainformación sería el documental, ya que se podía mostrar el efecto realista y su persuasión. Una particularidad de este tipo de documental político fue su deseo de lograr una eficacia total.

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El montaje en este tipo de filmes resultó decisivo para la consecución del golpe ideológico. Destaca la obra Le chagrin et la pitié. Chronique d´une ville francaise sous I´occupation (1971) de Max Ophuls, en este documental de más de 4 horas se indaga en el dossier noir de la ocupación alemana y el colaboracionismo activo e inconfeso.

A partir de los años sesenta comenzaron dos nuevos modos de representar la realidad dentro del documental: la llamada direct cinema, la de observación, y el cinema-verite, relacionada con el modo participativo.

 

El primer modo se caracteriza por que el realizador no interviene, se registran los hechos acontecidos sin una voz que narre ni una música que no sea la del momento ni tampoco unos títulos que expliquen el momento.

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La segunda modalidad es diferente, busca la pregunta y quiere interactuar con los personajes en escena, utiliza la voz en Off del director, quien también quiere participar e interactúar en el filme.

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Desde finales de los años 50 hasta principios de los 70 hubo un debate entre estas dos modalidades sobre la representación de la realidad. Un ejemplo de este tipo de género es: Moi, un noir (1958), donde sus protagonistas, unos obreros, nos abren las puertas de su vida cotidiana, siendo el filme narrado con una voz en off.

Sicko (2007) de Michael Moore es un ejemplo de documental performativo. Aquí se quiere representar la realidad de la industria de la sanidad, se centra en el apartado de la industria farmacéutica y en la corrupción que hay en el sector de la Administración de Alimentos y Fármacos. Esta es la agencia encargada de regular los alimentos y medicamentos.

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Documentales de este tipo son también: The road to Guantánamo (2006) de Michael Winterbottom, Inconvenient truth (Una verdad incómoda, 2006) de Davis Guggenheim; Born into brothels (Los niños del barrio rojo, 2004).

Michael Moore

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